La sexualidad es un tema que, en ocasiones puede llegar a ser difícil de abordar por las diversas creencias culturales, religiosas y sociales. Sin embargo, es importante destacar que hablar sobre sexualidad con información basada en la ciencia puede ayudar a ejercer libremente la sexualidad y aumentar la satisfacción de la misma. Por ello, a continuación vamos a explorar cómo la asertividad puede ayudarnos a mejorar la calidad de nuestra vida sexual.
¿Qué es la asertividad sexual?
La asertividad sexual es un conjunto de habilidades que incluyen:
• La capacidad para expresar los deseos, preferencias y límites en el contexto sexual.
• La habilidad para rechazar encuentros sexuales no deseados.
• La negociación del uso de métodos anticonceptivos y conductas hacia la salud sexual.
• La capacidad para iniciar una relación sexual.
• La habilidad para conversar sobre el grado de satisfacción sexual.
Importancia de la asertividad sexual en la intimidad
Desarrollar la asertividad sexual nos permite manejar de una manera más efectiva la forma en la que nos relacionamos sexualmente, ya que facilita la comunicación de deseos, evitando así una actitud pasiva o agresiva en donde se tiene como resultado la realización de conductas que se desean en la actividad sexual, lo cual aumenta la satisfacción sexual personal y la de nuestra pareja.
Ejemplo de esto, es el estudio realizado por Lee (2017) donde se encontró que mujeres universitarias que eran sexualmente asertivas tenían una mayor satisfacción sexual con su pareja en comparación con quienes no expresaban sus deseos en el ámbito sexual, pues las primeras tenían la capacidad de comunicar alguna insatisfacción, expresaban deseos y eran capaces de rechazar o limitar conductas sexuales que les disgustaban.
En este sentido, ser asertiv@s sexualmente no sólo permite que tengamos una vida sexual más satisfactoria, sino que nos puede ayudar a prevenir agresiones sexuales, embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
¿Cómo desarrollar asertividad sexual?
Lo primero, es conocer nuestro cuerpo, por lo que resulta necesaria la autoexploración para saber qué es lo que nos gusta, lo que nos disgusta, explorar nuestros deseos y fantasías sexuales, etc., ya que todos estos aspectos son los que vamos a comunicarle a nuestra pareja sexual.
Lo segundo, es platicar con nuestra pareja sexual de manera abierta y sin juicios, puedes ayudarte de la siguiente guía:
• ¿Cuáles son tus fantasías sexuales?
• ¿Qué cosas te generan excitación o deseo sexual?
• ¿Cómo te gustaría que nos comunicaramos durante el sexo?
• ¿Qué piensas sobre el uso de juguetes sexuales? ¿Te gustaría?
• ¿Qué te gustaría que hiciéramos previo a tener relaciones sexuales?
• ¿Te gustaría intentar algo diferente en nuestras relaciones sexuales?
• ¿Te sientes cómod@ de compartir tus deseos sexuales?
• ¿Cómo prefieres que te pida algo que tenga que ver con el sexo?
• ¿Cómo te sentirías apoyad@/cómod@ en términos de exploración sexual?
• ¿Qué método anticonceptivo te gustaría usar?
Con esta guía de preguntas puedes ayudarte a conocerte mejor y conocer mejor a tu pareja sexual, uno de los aspectos importantes a tener en cuenta para que este intercambio sea enriquecedor es la honestidad, debemos procurar decir la verdad dejando a un lado los prejuicios o el “qué dirán”, así mismo, es importante que seamos directos, que sepamos escuchar y sobretodo, evitar juzgar.
Superando barreras
Existen varios aspectos que pueden obstaculizar la expresión de la sexualidad con libertad y sin juicios, por ejemplo, los estereotipos tradicionales de género, ya que estos incluyen creencias como que las mujeres “deben ser” cuidadoras, emocionales, pasivas, que no pueden tener tantas parejas sexuales porque si no entonces pierden “valor”, que son ellas quienes deben consensuar una relación sexual, pero es el hombre quien debe iniciarla, que deben priorizar el deseo sexual de sus parejas dejando a un lado el de ellas, etc.
Así mismo, este tipo de creencias no sólo afecta a las mujeres, sino que también tiene consecuencias en los hombres, por ejemplo, cuando se califica la “virilidad” de un hombre de acuerdo a la cantidad de parejas sexuales que tenga, es decir, que entre más cantidad de parejas sexuales más “hombre” es, y no sólo eso, sino lo que se espera de ellos en cuanto a rendimiento sexual, deseo, su capacidad para “satisfacer” a una mujer, y que, usualmente se espera que los hombres no sean “emocionales” sino racionales, lo cual dificulta la comunicación con su pareja para expresar inseguridades, límites o necesidades.
Es por ello, que al momento de hablar sobre intimidad, es necesario dejar a un lado todas aquellas creencias que puedan obstaculizar la expresión de la sexualidad, lo cual nos va a permitir conocernos mejor y relacionarnos de una manera más satisfactoria con nuestra pareja.
Así pues…
Evalúa cómo es tu vida sexual ¿estás satisfech@ con tu sexualidad? ¿te sientes en confianza para compartir tus deseos y sentimientos sobre sexualidad con tu pareja? ¿te conoces lo suficiente como para guiar a alguien hacia tu placer? ¿priorizas tu placer y también el de tu pareja?
Por una sexualidad libre y sin estereotipos, explora tu cuerpo y comparte este blog con quien necesite leer esto.
Referencias
Lee, J. Y. (2017). Predictors of female college students’ relationship satisfaction: Attachment and sexual assertiveness. Psychological Studies, 62(1), 70-74.
Lammers, J., Stoker, J. I. (2019). Power Affects Sexual Assertiveness and Sexual Esteem Equally in Women and Men. Arch Sex Behav, 48, 645–652. https://doi.org/10.1007/s10508-018-1285-5.
Harrington, A. G., & Maxwell, J. A. (2023). It Takes Two to Tango: Links Between Traditional Beliefs About both Men’s and Women’s Gender Roles and Comfort Initiating Sex and Comfort Refusing Sex. Sex Roles, 88(11-12), 514-528. https://doi.org/10.1007/s11199-023-01366-w
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