“La experiencia y el proceso de llevar terapia puede ser complicada. Abrir tus sentimientos y emociones a veces no es sencillo, pero con Ari fue liberador, realmente siempre sentí la confianza de poder expresar todos mi sentimientos y pensamientos, me sentí cómoda y escuchada. Esto permitía que cada sesión fuera una plática en la cual me permitía llorar, reír y aprender.
Fue un año muy complicado pero las técnicas y ejercicios brindados en las sesiones me ayudaron a ser más inteligente con los pensamientos y tomar más control sobre ellos. Me regaló herramientas que puedo aplicar en todo momento y me los llevo para seguir mejorando.
En realidad, no cambiaría nada, porque siento un cambio positivo, me siento satisfecha y no olvido que cada sesión se me pasada súper rápido. Me siento agradecida por la empatía que siempre sentí por parte de Ari y lo mucho que me ayudo a fomentar mi bienestar mental.”